Autores: Shannon Brooks, Carla Rojas Paz, Holly Halifax y Zoe Need, GAO EE.UU.
En todos los rincones del planeta, el cambio climático está propiciando el aumento y la intensificación de fenómenos meteorológicos extremos como olas de calor, lluvias torrenciales y sequías, según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC).(1) Estos fenómenos meteorológicos extremos han provocado desastres naturales y costado muchas vidas, desplazado a poblaciones enteras, devastado economías y ocasionado daños por valor de miles de millones de dólares.(2)
Cuando nos golpean desastres naturales derivados de fenómenos meteorológicos extremos, son los gobiernos los responsables de responder ante ellos y de asumir toda una serie de funciones en aras de ayudar a las comunidades a recuperarse. El hecho de que dependamos de la ayuda gubernamental para hacer frente al creciente número de desastres naturales constituye una de las principales causas de contingencia fiscal. La contingencia fiscal remite a un marco conceptual en el que se considera la amplia gama de responsabilidades, programas y actividades que pueden suponer, de manera explícita o implícita, un gasto futuro para el gobierno federal.
Además, los gobiernos también tienen entre sus responsabilidades la de entender y gestionar los riesgos de desastres para su país y reforzar la preparación y resiliencia climáticas antes de que los desastres naturales se produzcan.(3) De hecho, la preparación y la mejora de la resiliencia climática de un país antes de que le sobrevenga un desastre natural puede salvar vidas, disminuir el riesgo de desastres o, mejor aún, evitarlos. Si los gobiernos adoptan medidas para reducir las potenciales pérdidas futuras mediante la planificación y la preparación ante posibles riesgos climáticos, podrán gestionar y limitar mejor sus contingencias fiscales. Diversos estudios indican que, por cada dólar invertido en la reducción del riesgo de desastres, los gobiernos pueden llegar a ahorrar entre 2 y 10 dólares en costes de respuesta y recuperación.(4)
Debido a su singular función y al control que ejercen sobre una amplia gama de ámbitos políticos y programas gubernamentales, las Entidades Fiscalizadoras Superiores (EFS) gozan de una posición privilegiada para formular recomendaciones a sus gobiernos y órganos legislativos sobre cómo reforzar la resiliencia climática ante los fenómenos meteorológicos extremos y los desastres naturales. Estas recomendaciones pueden abarcar a una gran variedad de políticas y programas.
Mientras que algunas EFS puede que ya hayan realizado auditorías sobre la mejora de la resiliencia climática y la preparación ante desastres, otras puede que no, y se preguntan cómo hacerlo. Con el Marco de Resiliencia ante Desastres de la Oficina de Rendición de Cuentas del Gobierno de EE.UU. (GAO EE.UU.), estas EFS disponen de un buen punto de partida.
El Marco de Resiliencia ante Desastres
El Marco de Resiliencia ante Desastres brinda a los auditores -o a cualquier responsable de evaluar los esfuerzos de resiliencia climática en su país- criterios en los que basar el análisis de las oportunidades que tiene el gobierno para facilitar y promover la resiliencia climática con un enfoque prospectivo.(5) Este es diferente al de las auditorías tradicionales, que están enfocadas a identificar deficiencias en los programas o políticas gubernamentales. El Marco de Resiliencia ante Desastres, en cambio, permite descubrir los efectos positivos susceptibles de conseguirse al buscar opciones para aumentar la resiliencia climática y, de este modo, reducir la contingencia fiscal. Para el desarrollo del marco, la GAO se basó en la bibliografía existente sobre resiliencia climática, en sus trabajos anteriores y en el feedback de expertos en la materia, tanto externos como propios.
El Marco de Resiliencia ante Desastres está articulado en torno a tres grandes principios que se solapan: Información, Integración e Incentivos. Estos principios clave también incluyen unos subprincipios y una serie de preguntas afines, que los auditores pueden utilizar tal cual o adaptar a su contexto específico (véase la Figura 1).
Figura 1: Principios y subprincipios del Marco de Resiliencia ante Desastres

Para acceder al Marco de Resiliencia ante Desastres completo, haga clic aquí o sírvase leer este artículo relacionado con el tema.
Aplicación del Marco de Resiliencia ante Desastres a presas y diques
En una auditoría reciente, la GAO aplicó el Marco de Resiliencia ante Desastres para identificar y analizar las medidas que el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de EE.UU. (en adelante, Cuerpo) podría adoptar para mejorar la resiliencia climática de las infraestructuras públicas de gestión del riesgo de inundaciones (p. ej., presas y diques, véase la Figura 2). El Cuerpo es la agencia federal responsable de la planificación, el diseño y la construcción de gran parte de la infraestructura de gestión de riesgos de inundación del país.
Figura 2: Dique roto del río Misuri, junio de 2011

En un primer paso, la GAO recabó las medidas actuales del Cuerpo en materia de resiliencia climática de las infraestructuras pertinentes, para lo que revisó la documentación gubernamental y entrevistó a funcionarios clave del Cuerpo y a expertos en la materia. A título de ejemplo, en el marco del principio de Información la GAO examinó cuál era la información fiable y autoritativa que proporcionaba el Cuerpo sobre los riesgos climáticos. De este modo, pudo comprobar que el Cuerpo había actualizado recientemente parte de su información climática relativa a la planificación de proyectos de presas y diques, tales como la herramienta web de análisis del nivel del mar o la herramienta de evaluación de la hidrología climática.
A continuación, la GAO identificó medidas posibles (u opciones, en palabras de la GAO) futuras a adoptar por el Cuerpo para reforzar aún más la resiliencia climática de las infraestructuras de gestión del riesgo de inundaciones, analizando la bibliografía pertinente y entrevistando a funcionarios del Cuerpo y a expertos en la materia. En el marco de estas entrevistas y, asimismo, en aplicación del principio de Información, la GAO preguntó, por ejemplo, qué otras medidas podría adoptar el Cuerpo para reducir la complejidad de la información sobre riesgos climáticos requerida para la planificación de presas y diques. Aquí, los entrevistados apuntaron la posibilidad de ampliar los conjuntos de datos y modelos de previsión regionales o específicos de cada ubicación con el fin de facilitar la toma de decisiones y las inversiones en proyectos de presas y diques con resiliencia climática, así como de actualizar las herramientas web existentes incorporando la información climática prospectiva más reciente.
Por último, la GAO aplicó el Marco de Resiliencia ante Desastres para determinar la “brecha” entre las medidas actuales y las potenciales opciones futuras. Esta “brecha” es un efecto positivo que se podría conseguir mediante la adopción de una opción o una combinación de opciones. Así, en el marco del principio de Información, la GAO constató que existían opciones para mejorar la resiliencia climática, ya que ni toda la información climática disponible para planificar proyectos de presas y diques estaba actualizada, ni toda era fácil de entender o utilizar. La GAO concluyó, que en relación con el principio de Información, el Cuerpo podía actualizar su información climática a efectos de planificación.
En total, la GAO identificó 14 opciones susceptibles de ser implementadas por el Cuerpo para una mejora de la resiliencia climática. Además, analizó las fortalezas y limitaciones de cada opción, así como las facultades legales y regulatorias del Cuerpo para implementarlas. A la hora de seleccionar el principio, el subprincipio y la pregunta más pertinentes del Marco de Resiliencia ante Desastres para cada una de las 14 opciones, los auditores de la GAO se basaron en su criterio profesional.
En años anteriores, la GAO ya había recurrido al Marco de Resiliencia ante Desastres para encontrar opciones con las que mejorar la resiliencia climática de carreteras de financiación pública y productores agrícolas.
El futuro: resiliencia climática en todo el sector público
Además del deber de responder a desastres naturales costosos y devastadores, los gobiernos también tienen la responsabilidad de adoptar medidas para mejorar la resiliencia climática antes de que se produzca cualquier desastre natural. Debido a la situación actual en materia de cambio climático y desastres naturales a escala global, las EFS de todo el mundo disponen de una buena oportunidad para apoyar a los gobiernos en estos esfuerzos.
Los auditores pueden aplicar el Marco de Resiliencia ante Desastres de la GAO o una adaptación del mismo a cualquier programa gubernamental. Para la GAO, esto significa considerar la ampliación de sus auditorías de resiliencia climática a otros ámbitos políticos, como el sistema de salud, la tecnología y la planificación urbana. Sin ser prescriptivos en cuanto a políticas, los auditores pueden desempeñar un papel muy especial a la hora de ayudar a crear resiliencia climática en todo el sector público y contribuir al bienestar social y económico.