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La Oficina del Auditor General de Bahamas celebra 100 años de protección de la confianza pública y promoción de la responsabilidad gubernamental

June 23, 2025

Autor: Revista INTOSAI y Patrice Ferguson, Oficina del Auditor General de las Bahamas

Celebración del Centenario de la Oficina del Auditor General de Bahamas

La Oficina del Auditor General de Bahamas celebró su centenario en 2025, marcando 100 años de responsabilidad gubernamental en Bahamas. La celebración del centenario coincidió con el XIII Congreso de CAROSAI, en el que la Srta. Neeley, Auditora General en funciones de Bahamas, ocupa la Presidencia de la organización regional.

Fuente: Revista INTOSAI

La Gobernadora General de Bahamas, la Muy Honorable Dame Cynthia A. Pratt, dio la bienvenida a distinguidos invitados y asistentes al Congreso de CAROSAI a la Casa de Gobierno para asistir a una ceremonia de reconocimiento de la historia y los logros de la oficina de auditoría. La Gobernadora General Pratt también entregó premios a los ex Auditores Generales Richard Demeritte y Terrance Bastian y a las ex Auditoras Generales Adjuntas Portia Barnett y Cynthia Rolle.

Fuente: Revista INTOSAI

Para conmemorar este hito especial de la Oficina, el Primer Ministro de la Commonwealth de Bahamas, Phillip E. Davis, proclamó el mes de mayo de 2025 “Mes de la Oficina del Auditor General”, para reconocer la contribución de la Oficina al fortalecimiento de la confianza pública en la administración de las finanzas públicas y honrar el servicio y la dedicación de quienes han contribuido al legado perdurable de la Oficina del Auditor General. La proclamación completa puede leerse aquí (enlace al PDF de la proclamación).

Fuente: Revista INTOSAI

Una mirada retrospectiva a un siglo de responsabilidad

La Sra. Patrice Ferguson, de la Oficina del Auditor General de Bahamas, compartió la historia de la Oficina, reflexionando sobre un “Siglo de responsabilidad pública de 1925 a 2025”, cuyo texto se comparte a continuación:

Era mayo de 1925. Bahamas era una colonia en crecimiento, y la actividad gubernamental aumentaba tanto en complejidad como en costes. En respuesta, el Parlamento aprobó una ley que preveía el examen y la auditoría eficaces de las cuentas públicas, marcando así el nacimiento oficial de la Oficina del Auditor General.

Al igual que la propia Constitución de Bahamas, la Oficina tiene raíces de considerable antigüedad. En su forma más primitiva, la función del Auditor era sencilla pero crucial: garantizar que los fondos públicos se manejaban con cuidado, de conformidad con la ley y siempre en interés público. La contabilidad gubernamental se definía como el arte de gestionar y contabilizar los ingresos y gastos de una autoridad pública. En este caso, esa autoridad era -y sigue siendo- el Gobierno de Bahamas.

A medida que la nación evolucionaba -de la administración colonial al autogobierno en 1964 y, finalmente, a la independencia en 1973-, la Oficina del Auditor General creció tanto en mandato como en relevancia. En la actualidad, sus funciones están consagradas en la Orden de Independencia de Bahamas de 1973, concretamente en el artículo 136 de la Constitución, que garantiza la independencia y autoridad del Auditor General.

Las funciones del Auditor General también están respaldadas por la Ley de Administración Financiera y Auditoría (1973, enmendada en 2010), el Reglamento Financiero de 1975 y , más recientemente, la Ley de Gestión de las Finanzas Públicas de 2023, que en conjunto conceden acceso a todos los registros, documentos, libros, comprobantes y bienes del gobierno necesarios para realizar auditorías. Estas leyes facultan a la Oficina para garantizar que los fondos públicos se recaudan legalmente, se custodian adecuadamente y se gastan de acuerdo con la autoridad parlamentaria.

A medida que los programas y presupuestos gubernamentales aumentaban en alcance y escala, también lo hacía la necesidad de una mayor supervisión. Los ciudadanos, los legisladores y las instituciones buscaban garantías de que los fondos públicos no sólo se gestionaban correctamente, sino que se utilizaban de forma eficiente, económica y para los fines previstos. El mecanismo para ofrecer esa garantía es -y siempre ha sido- la auditoría.

La Oficina del Auditor General tiene el mandato constitucional de examinar todos los ministerios y departamentos al menos una vez al año, e informa directamente al Presidente de la Asamblea Legislativa, sin control ni injerencias externas.

La Oficina lleva a cabo:

  • Evaluaciones independientes de la eficiencia y eficacia del gasto público
  • Evaluaciones de la equidad en la administración de las finanzas públicas
  • Y las investigaciones críticas para garantizar que cada dólar público sirva al bien público

La lista de quienes han desempeñado este estimado cargo puede leerse como una cronología de la propia rendición de cuentas. Desde Willis Howard Bethel en 1925, hasta Terrance Bastian, que dirigió durante más de dos décadas, y ahora Brenda Neeley, que es la actual Auditora General en funciones, todos ellos han mantenido un legado basado en la confianza, la diligencia y la independencia.

Es importante destacar que Bahamas también es miembro fundador de la Organización Caribeña de Entidades Fiscalizadoras Superiores (CAROSAI), un organismo regional que promueve la formación, la colaboración y la innovación en la fiscalización pública. De hecho, el lema de la organización, “Hacia una mayor rendición de cuentas”, fue propuesto por el entonces Auditor General, Sr. Richard Demeritte, una contribución bahameña que sigue definiendo la misión colectiva de la región.

Por eso hoy, en 2025, celebramos con orgullo el centenario de la Oficina del Auditor General: cien años protegiendo el erario público, sirviendo al Parlamento y fortaleciendo la democracia. No es una mera celebración del tiempo transcurrido, sino de una misión cumplida y de un futuro aún por escribir.

De los libros de contabilidad manuscritos a las auditorías digitales, de una función colonial a una institución consagrada constitucionalmente, la Oficina no sólo ha resistido la prueba del tiempo, sino que ha dado forma a la integridad de la vida pública en Bahamas.

Al entrar en nuestro segundo siglo, lo hacemos con un compromiso inquebrantable con la independencia, la innovación y el pueblo bahameño.

Esto es más que un hito. Es un legado.

La Oficina del Auditor General de las Bahamas – Un Siglo de Responsabilidad Pública. Un Centenario de Propósito. De 1925 a 2025.

Fuente: Revista INTOSAI
Fuente: Revista INTOSAI