Mejores prácticas para ejecutar auditorías financieras en el sector público
Autor: Esnart Namukoko CFE AZICA MBA, Auditor de la Oficina del Auditor General de Zambia
ELas auditorías financieras efectivas son una herramienta vital para la promoción de la transparencia, la rendición de cuentas y la buena gobernanza en el sector público. En este contexto, las Entidades Fiscalizadoras Superiores (EFS) desempeñan un papel clave, evaluando cómo se gestionan los fondos públicos y vigilando que los funcionarios públicos actúen de conformidad con las leyes, las políticas y las normas éticas. En el presente artículo se resumen las mejores prácticas para ejecutar auditorías financieras en el sector público, tomando como base las Normas Internacionales de las Entidades Fiscalizadoras Superiores (ISSAI).
1. Planificación y valoración de riesgos
La planificación es la espina dorsal de una auditoría financiera gubernamental de éxito, como pasa en cualquier otra auditoría. Los auditores han de empezar por conocer las operaciones, el entorno y los sistemas de control interno de la entidad auditada, después efectuar una valoración de los riesgos y, a continuación, definir los procedimientos de auditoría para responder a la pregunta fundamental: “¿Están los estados financieros libres de incorrecciones materiales, ya sean debidas a fraude o a error?”
Un auditor debería conocer las orientaciones de las ISSAI para cada una de las fases de su auditoría, incluidas las siguientes:
- ISSAI 1310 Identificación y valoración de los riesgos de incorrección material (NIA 315). El auditor solo puede identificar y valorar los riesgos si conoce el entorno que está auditando. Para un auditor es esencial tener un buen conocimiento del entorno de la entidad que fiscaliza. Este conocimiento le ayuda a definir los procedimientos de auditoría adecuados para mitigar los riesgos y garantizar así la fiabilidad de la información financiera.
- ISSAI 100 Principios Fundamentales de Auditoría del Sector Público. Esta ISSAI pone de relieve la importancia que reviste el tema de los riesgos en la auditoría gubernamental.
- ISSAI 2315 Identificación y valoración de los riesgos mediante el conocimiento de la entidad y de su entorno
El hecho de no realizar una planificación y una valoración de riesgos adecuadas puede tener serias consecuencias para la calidad de la auditoría y la credibilidad de los hallazgos. Entre las más graves figuran las siguientes:
- alcance de auditoría incompleto
- uso ineficiente de los recursos
- no detección de incorrecciones materiales
- no conformidad con las normas
- escasa confianza por parte de las partes interesadas, y
- mayor probabilidad de errores en la auditoría.
Las auditorías que adolecen de una mala planificación conllevan un mayor riesgo de errores en sus procedimientos, la documentación y la elaboración de informes, lo que entraña riesgos legales o reputacionales tanto para el auditor como para la EFS.
La planificación y la valoración inicial de los riesgos son el cimiento de una auditoría de alta calidad, creíble y eficiente. Saltarse o reducir a un mínimo estos pasos pone al auditor y a la propia entidad auditada en una situación de riesgo perfectamente evitable.
2. Recopilación de evidencia y documentación de auditoría
La calidad de una auditoría depende de la suficiencia y la adecuación de la evidencia. Conforme a la ISSAI 1500, Evidencia de auditoría1, y a la ISSAI 2230, Documentación de auditoría, los auditores deberían emplear una amplia variedad de técnicas para recopilar información fiable, incluidos procedimientos analíticos, la revisión de documentos y la celebración de entrevistas. Una documentación adecuada garantiza la integridad de las pistas de auditoría y respalda las conclusiones del auditor. Tomando prestados de la Asociación de Examinadores de Fraude Certificados (Association of Certified Fraud Examiners; ACFE) los principios de la cadena de custodia: a la hora de manejar la evidencia, los auditores deberían hacerlo con la misma diligencia que si fueran a presentarla ante un tribunal. Esto significa llevar un registro claro y documentado de cómo se obtiene, almacena y transfiere la evidencia para, de esta forma, preservar su integridad y admisibilidad. Tratar la evidencia de auditoría como potencialmente forense aumenta su credibilidad y refuerza la objetividad de la auditoría. Las palabras clave para recopilar la evidencia y la documentación de auditoría son: suficiencia y adecuación.
3. Comunicación de hallazgos y recomendaciones
El impacto de una auditoría depende significativamente de cómo se comunican los hallazgos. La ISSAI 1700, Formación de la opinión y emisión del informe de auditoría sobre los estados financieros2, subraya la importancia de una información oportuna, clara y objetiva. Los informes de auditoría no solo deberían poner de relieve las irregularidades, sino también ofrecer recomendaciones prácticas que la dirección pueda aplicar. El valor añadido de una auditoría radica en su capacidad de presentar recomendaciones que sirvan para cambiar la situación y subsanar las deficiencias en materia de control.
4. Mecanismos de seguimiento
Un sólido proceso de seguimiento asegura la adopción de acciones correctivas en base a los hallazgos de auditoría. La ISSAI 3000, Norma para la Auditoría de Desempeño, insta a los auditores a valorar la implementación de las recomendaciones como parte del ciclo de auditoría. Adicionalmente, la ISSAI 140, Control de Calidad para la EFS, hace especial hincapié en el mantenimiento de la calidad de la auditoría a través de revisiones de seguimiento sistemáticas.
5. Defensa de las normas éticas y de la independencia
Preservar la integridad y la independencia del proceso de auditoría es fundamental. La ISSAI 30, Código de Ética3, y la ISSAI 10, Declaración de México sobre la Independencia de las EFS, resaltan la necesidad de que los auditores estén libres de influencias indebidas y desempeñen su trabajo con integridad, objetividad y profesionalidad.
Conclusión
Con la aplicación de estas mejores prácticas y haciendo suyo el marco de las ISSAI, los auditores públicos pueden potenciar la credibilidad, la efectividad y el impacto de su labor. Al actuar así, fortalecen, a su vez, la confianza pública y contribuyen sustancialmente a la buena gobernanza de los recursos públicos.
La clave de una auditoría efectiva es la credibilidad. Cuando las auditorías se llevan a cabo con integridad y profesionalidad, fomentan la confianza tanto en el propio auditor como en la EFS a la que representa. Y es esta confianza la que, a su vez, redunda en una mejor percepción del valor de la auditoría y de los mecanismos de supervisión.

Notas al pie
- La Nota Práctica de Auditoría Financiera ISSAI 1200-1810 ha sido retirada del marco de la INTOSAI. Dicha Nota Práctica proporciona orientaciones complementarias sobre la NIA 200 – Objetivos globales del auditor independiente y realización de la auditoría de conformidad con las Normas Internacionales de Auditoría. Las notas prácticas siguen siendo informativas y útiles en términos de aplicación de las normas internacionales y pueden consultarse aquí: https://www.issai.org/wp-content/uploads/2019/09/1d-Financial-Audit-Practice-Notes-Phase-1-_FINAL_-_2_-1.pdf ↩︎
- La Nota Práctica de Auditoría Financiera ISSAI 1200-1810 ha sido retirada del marco de la INTOSAI. Sírvase consultar el enlace en la nota a pie de la página 1. ↩︎
- La ISSAI 30 fue retirada del marco de la INTOSAI, pero puede ser consultada aquí: https://www.issai.org/wp-content/uploads/2019/08/Withdrawn-ISSAI-30-E.pdf ↩︎