Gestión de residuos y auditoría del rendimiento: un marco para una infraestructura sostenible

Inspector de calidad comprobando la máquina de clasificación de residuos en una planta de clasificación de residuos. Fuente: Adobe Stock Images, bird_saranyoo

Autora: Sherlita Nurosidah (EFS de Indonesia)

Los residuos o desechos, a menudo considerados un subproducto de la industrialización y la urbanización, se han convertido en uno de los temas más críticos a escala global, ya que los residuos urbanos generados en todo el mundo superan los dos mil millones de toneladas al año. Y estos volúmenes seguirán al alza, debido a la intensificación de la actividad humana y a los largos ciclos de vida también de los residuos no urbanos, como los procedentes de la agricultura, la construcción, la industria y la sanidad 

La gestión de residuos no cesa de plantear retos a medida que su intrincado impacto social, económico y medioambiental se torna cada vez más complejo en términos de variabilidad y composición. Desde la Declaración de Río de 1992, los residuos urbanos han cobrado protagonismo mundial con la promulgación del principio de “quien contamina paga”, quedando recogidos como una de las prioridades de la Agenda 21, que promueve su gestión racional. En el contexto de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas, la gestión de residuos se estima esencial para fomentar el desarrollo de las infraestructuras, la educación, la tecnología, la creatividad y las oportunidades de empleo, redundando así en la eficiencia y la reducción de los riesgos financieros, tal y como señala el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (2024). 

En 2006, y bajo el liderazgo del Ministerio de Obras Públicas, Indonesia comenzó con el desarrollo de un sistema de gestión de residuos como parte de su Política y Estrategia Nacional de promoción de un entorno de vida más saludable. Al hilo de esta iniciativa, el gobierno promulgó la Ley Número 18 de 2008 sobre gestión de residuos y la Regulación Gubernamental Número 81 de 2012 sobre gestión de residuos sólidos urbanos y materiales asimilables. En 2016, un informe concluyó que la existencia de una infraestructura más definida ayudaría al gobierno a alcanzar su objetivo con mayor rapidez, por ejemplo, recurriendo a vertederos sanitarios en vez de a vertederos a cielo abierto, estableciendo bancos de residuos de forma más generalizada, incentivando a los productores que gestionan eficazmente la responsabilidad ampliada y haciendo uso de instalaciones de conversión de residuos en energía. En Indonesia se ha mantenido desde hace años la firme convicción de que es posible lograr un país libre de residuos si se continúa incluyendo la gestión de residuos en el Plan Nacional, que a día de hoy se renueva cada cinco años.

En 2024, tal y como recoge el sistema de información sobre la gestión nacional de residuos del Ministerio de Medio Ambiente, Indonesia alcanzó una tasa del 59,75% de residuos bien gestionados.

Objetivos de auditoría

Las capacidades de una EFS quedan patentes, sin lugar a dudas, en su labor de custodiar el progreso nacional a través de sus auditorías del rendimiento, especialmente en lo que se refiere a la gestión de residuos. Esto también es aplicable a la EFS de Indonesia en esta última década. En tanto que externalidad permanente que recae sobre toda la sociedad, la gestión de residuos es un reto en cuya solución están trabajando todas las partes interesadas, incluida la comunidad de las EFS. La tabla 1 explica con más detalle los enfoques de los objetivos de auditoría de la EFS de Indonesia, tal y como se desprenden de los informes de auditoría del rendimiento en materia de gestión de residuos, y los compara con los publicados por el Grupo de Trabajo sobre Auditoría del Medio Ambiente (“WGEA”, por sus siglas en inglés) de la INTOSAI en 2003 bajo el título “Hacia la auditoría de la gestión de residuos”.

Tabla 1. Comparación de los objetivos de auditoría del WGEA de la INTOSAI y los de la EFS de Indonesia

Objetivos de auditoríaWGEA de la INTOSAIEFS de Indonesia
Existencia de una política de residuosAbarcar todas las fases del flujo de residuos y asegurar la coherencia de esta política con la política medioambiental general.Establecer políticas y estrategias adecuadas para la gestión de residuos por parte del gobierno local.
Conformidad con la política medioambiental nacionalReflejar las políticas de gestión de residuos en la legislación y las regulaciones.Reflejar la estrategia nacional y el plan maestro de gestión de residuos en las regulaciones del gobierno local.
Gestión de riesgosGestionar los riesgos de manera suficiente.Planificar las necesidades en materia de recursos (presupuesto, recursos humanos, instalaciones e infraestructura) para todas las fases de la gestión de residuos.
Calidad del proceso de implementaciónImplementar las políticas con eficacia y realizar evaluaciones de impacto ambiental.Gestionar eficazmente los residuos y garantizar que las instalaciones correspondientes se ajusten a los estándares exigidos.
Rendimiento del sistema de gestión de residuosDelegar responsabilidades en los organismos pertinentes y velar por el uso eficiente de los instrumentos necesarios.Implementar un sistema adecuado de separación, recogida, transporte, reducción, tratamiento final y gestión de tasas de residuos, y garantizar al mismo tiempo disposiciones adecuadas en materia de vertederos y tratamiento final de los residuos.
Cumplimiento de las leyes y regulaciones nacionalesHacer cumplir las normas y los procedimientos nacionales por parte de los actores correspondientes.Designar al personal adecuado según lo dispuesto en las regulaciones nacionales.
Cumplimiento de las obligaciones internacionalesControlar que las políticas, la legislación y las prácticas cumplan las obligaciones y los acuerdos internacionales.Respetar las normas y los estándares internacionales.
MonitoreoEstablecer los sistemas de monitoreo necesarios y controlar su eficacia.Supervisar el monitoreo y la evaluación de las actividades de gestión de residuos.
Efectos de otras actividades gubernamentalesGestionar todas las actividades gubernamentales de acuerdo con la legislación y regulaciones en materia de gestión de residuos.n/a
Comunicación eficaz para la participación de la poblaciónn/aPoner en marcha estrategias de comunicación, educación e información, facilitar el reciclaje a nivel comunitario y promover las innovaciones en materia de reutilización.
Fuente: Elaboración propia a partir del WGEA de la INTOSAI (2003) y los informes de auditoría de la EFS de Indonesia (2018 – 2022).

Como se ilustra en la tabla, la auditoría del rendimiento de la EFS de Indonesia sobre la gestión de residuos se ha atenido, en líneas generales, a las orientaciones formuladas por el WGEA de la INTOSAI. La EFS de Indonesia pone especial énfasis en los aspectos relativos a las infraestructuras de gestión de residuos y les otorga prioridad, pero sin dejar de lado las políticas y la dotación de personal pertinentes. La concienciación en el país continúa siendo una preocupación constante, por lo que la evaluación del proceso de gestión de residuos, incluidas las instalaciones e infraestructuras ligadas a la clasificación, la recogida, el transporte y el tratamiento de los residuos, es una tarea primordial.

La singularidad de los objetivos de la EFS de Indonesia en su auditoría sobre la gestión de residuos radica en poner de relieve esa necesidad de fomentar el desarrollo de una comunicación eficaz a través de la creación de las infraestructuras adecuadas para elevar el nivel de participación de la población. Indonesia, una nación vasta y multicultural con más de 17.000 islas y cientos de grupos étnicos diferentes, se enfrenta a retos únicos para conseguir una colaboración eficaz entre las regiones, cada una con sus particularidades locales y estructuras de gobierno propias. Por ello, es preciso poner el acento en reforzar la coordinación entre los diversos núcleos de población para superar los desafíos medioambientales y garantizar prácticas sostenibles.

Los contextos nacionales varían y no existe una solución única que permita avanzar sin más hacia el objetivo de cero residuos y una economía circular, pero está claro que los costes ocultos de los residuos son inasequibles para las generaciones actuales y futuras. Asimismo, es importante recordar que, para que los sistemas de gestión de residuos sean eficaces y eficientes, tiene que producirse necesariamente un cambio en los hábitos y el comportamiento domésticos. El compromiso de los hogares, la mentalización ciudadana y la participación marcan la diferencia a la hora de gestionar residuos en un país multicultural. Los estudios demuestran que la gestión de residuos depende en un 20% de la tecnología y en un 80% de las personas. Esto subraya la influencia que ejercen la participación de las partes interesadas, el apoyo social y un sólido pacto cívico entre los ciudadanos como factores clave para el éxito en la gestión de residuos. 

De la auditoría del rendimiento cabe deducir también que el firme respaldo al gobierno local en el desarrollo de infraestructuras de base comunitaria resulta beneficioso de cara a reforzar la participación ciudadana. Las infraestructuras se acompañan desde la planificación hasta los procesos de separación, recogida y tratamiento de los residuos, lo que facilita la integración local en la medida en que los municipios se sienten propietarios y la socialización y la educación se hacen más accesibles. Especial atención se ha prestado, asimismo, al mecanismo de incentivación de todas las partes interesadas, que les permite reflexionar sobre las consecuencias de sus actos. Los gobiernos locales están creando espacios públicos más verdes, atendiendo las peticiones correspondientes. En cuanto al plan de recogida de residuos, dependiendo de las conexiones de cada lugar se aplica un sistema de rotación de personal para pasar de una a cuatro veces al día o una, dos o tres veces por semana. También existe la posibilidad de disponer de un sistema de recogida puerta a puerta en zonas en las que no hay depósitos cerca. 

De cara al futuro, una de las áreas clave de mejora en las auditorías del rendimiento sobre la gestión de residuos en Indonesia será la de abordar los solapamientos territoriales existentes entre las corporaciones locales, en consonancia con las orientaciones del WGEA de la INTOSAI. La particular atención que la EFS de Indonesia dedica actualmente a la existencia de canales de comunicación claros y abiertos resultará beneficiosa con vistas a resolver estos solapamientos y a sortear las complejidades dimanantes de la diversidad del tejido social y administrativo del país. Este enfoque promoverá la distribución equitativa de los recursos y servicios, propiciando así unas soluciones de gestión de residuos más eficientes y sostenibles.


Sobre la autora

Sherlita Nurosidah trabaja en la EFS de Indonesia desde hace más de siete años, con responsabilidades en finanzas, auditoría y cooperación internacional. Ha desarrollado una intensa actividad en la publicación de artículos en revistas académicas y en conferencias sobre una amplia gama de temas, tales como contabilidad, auditoría pública, cuestiones económicas, efectos del papel matamoscas, energía sostenible, independencia de las EFS, agricultura sostenible y seguridad alimentaria, así como en estudios jurídicos.

Referencias
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